Prensa Francesa

La Prensa Francesa: Sabor y Cuerpo en una Taza

Si buscas un método de preparación de café fácil, sin necesidad de filtros de papel y con mucho cuerpo, la Prensa Francesa es para ti. Este clásico método de inmersión ha sido utilizado durante más de un siglo y sigue siendo una de las formas más populares de preparar café en casa.

¿Que es la Prensa Francesa?

También conocida como French Press o Cafetera de Émbolo, es un método en el que el café molido se mezcla directamente con agua caliente y se deja reposar antes de filtrarlo con un émbolo de metal. Este sistema permite que los aceites naturales del café y los sedimentos más finos pasen a la bebida, resultando en una taza con más cuerpo y textura que otros métodos de filtrado.

Materiales necesarios

Cuchara o agitador

Prensa Francesa (de vidrio, acero inoxidable o plástico)

Café de excelente calidad molido grueso (similar a la sal gruesa)

Agua caliente (90-96°C, justo antes de hervir)

Balanza (opcional, pero recomendable)

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Muele el café en un grosor grueso para evitar que pase a la bebida final. Usa una proporción de 1:15 (1 gramo de café por 15 ml de agua). Por ejemplo, para una taza de 300 ml, usa 20 gramos de café.

Agrega el café molido a la prensa.

Vierte el agua caliente sobre el café de manera uniforme y remueve suavemente con una cuchara.

Deja reposar entre 3 y 4 minutos. Durante este tiempo, el café se infunde completamente.

Presiona lentamente el émbolo hacia abajo para filtrar el café. Evita hacerlo con demasiada fuerza.

Sirve y disfruta de un café con cuerpo y notas intensas

Ventajas

Sabor Completo: Al no usar filtros de papel, mantiene los aceites naturales del café.

Fácil de Usar: No requiere habilidades avanzadas ni equipos costosos.

Versátil: Puedes ajustar la molienda y el tiempo de infusión según tu preferencia.

Durabilidad: Si eliges una de acero inoxidable, puede durar años.

Consejos

Usa café fresco y de calidad. Un buen grano hace toda la diferencia.

Muele justo antes de preparar para preservar los aromas.

Experimenta con el tiempo de infusión. Unos segundos más o menos pueden cambiar el sabor.

No dejes el café reposando en la prensa. Una vez filtrado, sírvelo para evitar sobre extracción.

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